He encontrado esta receta en digitalextremadura. Les pongo el enlace para que puedan descubrir otras recetas.
Ingredientes para la masa:
300gr de harina
50g de aceite de oliva
50g de manteca de cerdo
100g de agua
1 cucharadita de sal
20g de levadura prensada
Ingredientes para el relleno:
100g de pimiento rojo,
100g de pimiento verde,
150g de cebolla,
100g de calabacín,
60g de aceite, sal,
1 cucharada de pimentón dulce
Preparación:
Precalentar el horno a 200º.
Picar en trocitos muy pequeños las verduras y colocarlas en un bol para que suelten el agua. Luego escúrranlas y añadan el aceite y el pimentón. Resérvenlo para más adelante.
Para hacer la masa: poner en un bol el aceite, el agua, la manteca de cerdo y la levadura, mezcla bien hasta que esté todo integrado. Comenzar a añadir la harina poco a poco, para terminar añadir la sal.
Extiendan la masa en una bandeja de horno y pinchen con un tenedor toda la masa para que no se hinche.
Llevar al horno unos 10 minutos.
Sacar del horno y poner las verduras troceadas
Volver a hornear unos 20 minutos.
29/9/12
22/9/12
Ensalada chilena
En nuestra casa esta semana es de celebración. Somos al 50% españoles y al 50% chilenos y allá en nuestra patria lejana están celebrando los 202 años de independencia de está patria que habitamos.
Como nos gustan mucho las dos, no renunciamos a los placeres de ninguna, por eso les voy a compartir una recta, muy, muy sencilla pero que se ha apoderado del imaginario chileno, y ha sido bautizada así... ensalada chilena, como si en ningún otro lugar del planeta la gente tomara ensalada de tomate con cebolla. Pero no se confíen, para que sea chilena deben seguir estos pasos.
Ingredientes:
tomates
cebollas
aji picante
cilantro o perejil (según el gusto)
jugo de limón
aceite y sal
Preparación (aquí esta el truco)
La cebolla se corta en tiras delgadas en forma de pluma y se coloca en un bol con abundante sal, dejandola reposar durante unos diez minutos, después agregamos agua caliente otros diez minutos, pero no hirviendo. Finalmente la enjuagamos en un colador con abundante agua fría. Así se consigue que la cebolla no nos repita y no deje mal aliento. *
El tomate se pela y se corta, puede ser en cubos pequeños o en gajos.
El ají, muy poco, se corta muy, muy chiquito.
Para servirla colocamos el tomate en el fondo cubriendo la ensaladera, después la cebolla deslavada y por último el cilantro /perejil, el ají y se riega con el jugo de limón y el aceite.
* La sal hace que por osmosis, la cebolla libere sus líquidos azufrados, que son los que nos producen acidez y mal aliento durante la digestión. El agua caliente es para eliminar el exceso de sal y además arrastra los últimos remanentes de azufre por evaporación. Lavarla con agua fría le devuelve su textura crujiente.
NOTA IMPORTANTE: en esta escuela hay familias de orígenes diversos, por favor no dejen de enviarnos recetas de sus rincones de origen, o de sus rincones favoritos, y los enlaces correspondientes a las historias de esos lugares. Recuerden escribir a boletin@clonlara.es
Como nos gustan mucho las dos, no renunciamos a los placeres de ninguna, por eso les voy a compartir una recta, muy, muy sencilla pero que se ha apoderado del imaginario chileno, y ha sido bautizada así... ensalada chilena, como si en ningún otro lugar del planeta la gente tomara ensalada de tomate con cebolla. Pero no se confíen, para que sea chilena deben seguir estos pasos.
Ingredientes:
tomates
cebollas
aji picante
cilantro o perejil (según el gusto)
jugo de limón
aceite y sal
Preparación (aquí esta el truco)
La cebolla se corta en tiras delgadas en forma de pluma y se coloca en un bol con abundante sal, dejandola reposar durante unos diez minutos, después agregamos agua caliente otros diez minutos, pero no hirviendo. Finalmente la enjuagamos en un colador con abundante agua fría. Así se consigue que la cebolla no nos repita y no deje mal aliento. *
El tomate se pela y se corta, puede ser en cubos pequeños o en gajos.
El ají, muy poco, se corta muy, muy chiquito.
Para servirla colocamos el tomate en el fondo cubriendo la ensaladera, después la cebolla deslavada y por último el cilantro /perejil, el ají y se riega con el jugo de limón y el aceite.
* La sal hace que por osmosis, la cebolla libere sus líquidos azufrados, que son los que nos producen acidez y mal aliento durante la digestión. El agua caliente es para eliminar el exceso de sal y además arrastra los últimos remanentes de azufre por evaporación. Lavarla con agua fría le devuelve su textura crujiente.
NOTA IMPORTANTE: en esta escuela hay familias de orígenes diversos, por favor no dejen de enviarnos recetas de sus rincones de origen, o de sus rincones favoritos, y los enlaces correspondientes a las historias de esos lugares. Recuerden escribir a boletin@clonlara.es
15/9/12
Mermelada de tomate
El verano llega a su fin, pero aún podemos encontrar tomates en el mercado. Si deseamos poder disfrutar de los tomates también en invierno, una buena idea es hacer mermelada de tomate.
Necesitamos:
1 kilo de tomates maduros,
750 gramos de azúcar
zumo de un limón.
Para darle mayor sabor y perfume, pueden añadirle un clavo de especia.
La preparación
Escaldamos los tomates en agua hirviendo durante 30 segundos, después los escurrimos y pelamos.
Luego los cortamos a la mitad, les quitamos las semillas.
La pulpa que hemos obtenido, la dejamos reposar en una cazuela de barro, junto con el azúcar y el jugo de limón. Dejamos que maceren durante 12 horas.
Pasado ese tiempo añadimos el clavo de olor y ponemos la cazuela al fuego, cociendo muy lentamente durante 50 minutos y removemos con una cuchara de madera.
Cuando esta lista, retiramos el clavo de olor y podemos envasar la mermelada en botes de vidrio previamente esterilizados.
Les comparto también un vídeo donde pueden ver otra forma de hacer la mermelada de tomate, esta vez con piel y con semillas.
8/9/12
Frutas y verduras de septiembre
Este mes es una transición entre el verano y el otoño.
Las frutas y verduras siguen siendo las que encontrábamos en agosto, aún podemos aprovecharnos de los últimos melocotones y quizás preparar mermeladas* para disfrutarlas en invierno. Será a finales de septiembre cuando aparezcan nuevos frutos. Si ven cítricos, especialmente naranjas, recuerden que son frutas de importación, aún no es su tiempo en la península ibérica.
Aguacate
Berenjena
Calabaza
Calabacín
Cebolla
Ciruela
Higos
Judía verde
Kiwi
Lechuga
Limón
Melocotón
Melón
Pera amarilla y de agua
Pepino
Pimiento verde
Pimientos rojos
Piña
Puerro
Remolacha
Tomates
Uvas
Zanahorias
* Mermelada de melocotón
Ingredientes:
500 gr. de melocotón en trozos
250 gr. de azúcar
El zumo de un limón
corazón de manzana
Los melocotones deben estar maduros. Los pelamos, los deshuesamos y los troceamos.
Los dejamos macerar en el zumo de medio limón y el azúcar durante 2 horas para se ablanden y vayan soltando su propio jugo.
Después llevamos la cazuela a fuego suave para que se vaya cocinando la fruta durante 30 minutos moviendo continuamente con una cuchara de madera, para ayudar a los melocotones a deshacerse y que no se peguen. Añadimos el corazón de una manzana para que libere la pectina y nuestra mermelada tenga ese aspecto gelatinoso que solemos ver en las que comparamos en el supermercado.
Al final de la cocción los melocotones se habrán transformando en un puré espeso y fino y es ese el momento de envasarlos.
Previamente habremos esterilizado los botes de cristal hirviéndolos sin tapar en agua limpia durante unos 30 minutos. Las tapas se esterilizan también.Rellenamos los botes con la mermelada no muy caliente, llenándolos justo hasta el borde, pero asegurándonos que cierren bien.
Ponemos los botes en agua que debe cubrirlos unos 2 centímetros por encima, cuando el agua entre en ebullición los dejamos entre 20 minutos y 30 minutos. después, una vez que estén fríos podemos etiquetarlos y guardarlos en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.
Sugerencia: poner un círculo de papel de horno empapado en un alcohol tipo aguardiente que permite impermeabilizar la superficie antes de cerrar los botes.
Las frutas y verduras siguen siendo las que encontrábamos en agosto, aún podemos aprovecharnos de los últimos melocotones y quizás preparar mermeladas* para disfrutarlas en invierno. Será a finales de septiembre cuando aparezcan nuevos frutos. Si ven cítricos, especialmente naranjas, recuerden que son frutas de importación, aún no es su tiempo en la península ibérica.
La lista de frutas y verduras:
AcelgaAguacate
Berenjena
Calabaza
Calabacín
Cebolla
Ciruela
Higos
Judía verde
Kiwi
Lechuga
Limón
Melocotón
Melón
Pera amarilla y de agua
Pepino
Pimiento verde
Pimientos rojos
Piña
Puerro
Remolacha
Tomates
Uvas
Zanahorias
* Mermelada de melocotón
Ingredientes:
500 gr. de melocotón en trozos
250 gr. de azúcar
El zumo de un limón
corazón de manzana
Los melocotones deben estar maduros. Los pelamos, los deshuesamos y los troceamos.
Los dejamos macerar en el zumo de medio limón y el azúcar durante 2 horas para se ablanden y vayan soltando su propio jugo.
Después llevamos la cazuela a fuego suave para que se vaya cocinando la fruta durante 30 minutos moviendo continuamente con una cuchara de madera, para ayudar a los melocotones a deshacerse y que no se peguen. Añadimos el corazón de una manzana para que libere la pectina y nuestra mermelada tenga ese aspecto gelatinoso que solemos ver en las que comparamos en el supermercado.
Al final de la cocción los melocotones se habrán transformando en un puré espeso y fino y es ese el momento de envasarlos.
Previamente habremos esterilizado los botes de cristal hirviéndolos sin tapar en agua limpia durante unos 30 minutos. Las tapas se esterilizan también.Rellenamos los botes con la mermelada no muy caliente, llenándolos justo hasta el borde, pero asegurándonos que cierren bien.
Ponemos los botes en agua que debe cubrirlos unos 2 centímetros por encima, cuando el agua entre en ebullición los dejamos entre 20 minutos y 30 minutos. después, una vez que estén fríos podemos etiquetarlos y guardarlos en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.
Sugerencia: poner un círculo de papel de horno empapado en un alcohol tipo aguardiente que permite impermeabilizar la superficie antes de cerrar los botes.
1/9/12
Mermelada de higos
Llega el momento de disfrutar de los higos, una fruta que no lo es... o también podríamos hablar de como comerse una flor, aunque tecnicamente la palabra es infrutescencia (conjunto de frutos surgidos de una influorescencia).
Si ustedes tienen la suerte de tener higos de sobra, o si les gustan tanto que quieren comerlos todo el año, lo mejor para conservarlos es una mermelada.
Ingredientes:
Preparación:
Pelar los higos y trocéalos, pesarlos (modifica el resto de ingredientes proporcionalmente). Poner a cocer los higos en una olla cubiertos de agua, añadir el azúcar, el ácido cítrico y la media vaina de vainilla.
Cuando comienza a hervir, bajar el fuego y deja cocer unos 20 minutos removiendo de vez en cuando. Si los higos no se han deshecho totalmente con el calor, podemos ayudarnos con una batidora de mano (retirando previamente la vainilla).
Puede parecer, cuando recien la retiramos del fuego, que es demasiado ligera, pero una vez que se haya enfriado estará perfecta.
Para conservarla, debes embasarla en frascos de cristal previamente hervidos y una vez tapados (no llenar del todo) volver a hervirlos unos 20 minutos. Para asegurarnos de que se ha hecho el vacio, podemos colocarlos del reves sobre un papel y observar si pierden contenido.
Si ustedes tienen la suerte de tener higos de sobra, o si les gustan tanto que quieren comerlos todo el año, lo mejor para conservarlos es una mermelada.
Ingredientes:
- 700 gramos de higos (pesados una vez pelados),
- 200 gramos de azúcar
- ½ c/p de ácido cítrico,
- 70 ml. de agua
- ½ vaina de vainilla.
Preparación:
Pelar los higos y trocéalos, pesarlos (modifica el resto de ingredientes proporcionalmente). Poner a cocer los higos en una olla cubiertos de agua, añadir el azúcar, el ácido cítrico y la media vaina de vainilla.
Cuando comienza a hervir, bajar el fuego y deja cocer unos 20 minutos removiendo de vez en cuando. Si los higos no se han deshecho totalmente con el calor, podemos ayudarnos con una batidora de mano (retirando previamente la vainilla).
Puede parecer, cuando recien la retiramos del fuego, que es demasiado ligera, pero una vez que se haya enfriado estará perfecta.
Para conservarla, debes embasarla en frascos de cristal previamente hervidos y una vez tapados (no llenar del todo) volver a hervirlos unos 20 minutos. Para asegurarnos de que se ha hecho el vacio, podemos colocarlos del reves sobre un papel y observar si pierden contenido.
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